Desde chico que uso anteojos. Eso complica jugar al fútbol. Por eso a los 18 empecé a usar lentes de contacto, infaltables en los partidos. Varios años después volví a los anteojos. Las tardes se me hacían cansadoras, me quedaba dormido. Pero allí entendí el concepto de NITIDEZ en el fútbol.
Creo que jugaba bien el fútbol. Por lo menos lo hice durante muchos años, y entendía el juego. De goleador pasé a ser un asistidor y a un defensor, pero el día que jugué sin anteojos en Ocampo, de noche, me di cuenta cuál era el secreto.
Con buena vista antes de que me llegara la pelota, yo miraba cómo estaban parados los jugadores propios y los rivales para pensar mi jugada inmediata siguiente. Eran décimas de segundo que disponía para poner una cortada, un pase, un centro, un salto entre líneas o un tiro al arco. Pero ese día tuve un problema: hasta que no tenía la pelota muy cerca, no podía tomar esa decisión. ¿Y qué pasaba? Cuando pretendía hacer una jugada ya estaba presionado. Mi performance se cayó estrepitosamente: era un jugador de categoría inferior. ¡Era frustrante!
¿Lo llevamos al negocio ahora?
Les aseguro que en las empresas no estamos acostumbrados a ver con NITIDEZ. Usamos estrategias básicas, sin disponer de toda la información, a los ponchazos, intuitiva, o recordando la historia. ¿Les resulta familiar?
Poder contar con una SEGMENTACION INTERACTIVA, interacción que el usuario realiza con las visualizaciones, que son representaciones de los datos, y por ende, con los datos que necesita conocer en tiempo y forma, es lo que brinda esa NITIDEZ a la decisión. Claramente estás viendo que la región SUR está mejor en la categoría bebidas pero que en Córdoba Aperitivos está más fuerte, y que las compras no las estás alineando con esas diferencias de comportamiento, lo que te impacta en inventarios.
Es todo un camino que nos debemos las empresas para llevar a cabo mejoras operacionales y estratégicas. Porque no sabemos cuánto mejor podríamos estar jugando…al no verlo con nitidez.