Todas las empresas tienen una visión y una estrategia. Pero la gran mayoría no la tiene formalizada: en general esa valiosa información reside en la cabeza del numero 1. Esto es mas confidencial, mas fácil, mas económico y se ampara en el viejo dicho “si así llegué hasta aquí ¿para qué cambiar?”.
 
Hay 3 motivos que llevan a que la formalización de la estrategia se convierta en un proceso necesario:
 
1 – Que la empresa sobreviva más de una generación. Hay mucha bibliografía que trata la problemática de las empresas con dicha caracterítica. Los conflictos generacionales y/o de estilo de liderazgo pueden minimizarse formalizando cuáles son los objetivos que se plantea la organización para el mediano/largo plazo.
 
2 – Que la empresa crezca de tal manera que una persona no pueda abarcar todas las áreas. La delegación supone trasladar cultura y objetivos. Supone definir metas pero también criterios de decisión que luego deberán ser gestionados. Las disconformidades de la alta dirección por el desempeño  del nivel gerencial, por la falta de autonomía, o las decisiones no alineadas con la estrategia y la cultura de la empresa pueden minimizarse con la formalización de dicha estrategia.
 
3 – La profesionalización de la empresa. Una organización que crece debe definir una estrategia. Pero la estrategia puede terminar en una expresión de deseos si no se gestiona permanentemente. Los continuos cambios del entorno económico, la competencia, la evolución tecnológica obligan a que la estrategia deba ser evaluada y ajustada permanentemente.
 
Está demostrado que las empresas que formalizan y gestionan la estrategia se imponen sobre las que no lo hacen.
 
¿Formalizar la estrategia es complicado? Definitivamente no. Definir objetivos, indicadores, metas, responsables, es algo que de alguna manera las empresas realizan. Respetar una metodología que puede requerir alguna capacitación o ayuda consultiva que está al alcance de cualquier tamaño de empresa y genera beneficios sorprendentes.
 
¿Gestionar los mapas estratégicos es muy complicado? Tampoco. Hoy la tecnología facilita y automatiza en gran medida esta tarea.
 
WIKIDASHBOARD es una solución que permite gestionar la estrategia de manera simple.
 
Ofrece 3 innovaciones respecto a los tableros de comandos o soluciones de Business Intelligence tradicionales.
 
1 – WIKIDASHBOARD integra los clásicos tableros de comando operativos que presentan indicadores por área de interés y resumen la globalidad transaccional, en un mapa estratégico.
 
Basado en la metodología de Balanced Scorecard de Norton y Kaplan, resume los objetivos estratégicos, y los indicadores que los explican. Asimismo las iniciativas y sus responsables, y toda la información asociada a la estrategia, como las reuniones de análisis estratégico, adjuntos, actas, presupuestos, se gestionan desde WIKIDASHBOARD. Toda la complejidad de una organización se puede resumir en una vista simple y se podrá navegar hacia los detalles con la mayor facilidad.
 
Permite gestionar la estrategia de una manera sencilla, contando con un diseño de semáforos que permite identificar en una simple mirada cuáles objetivos necesitan atención inmediata y estableciendo alertas por correo para poner foco en los desvíos y detectar variaciones inesperadas.
 
2 – La potencia del motor asociativo de Qlik se integra a una plataforma web que permite ingresar toda aquella información que involucra a la gestión estratégica. WIKIDASHBOARD no es solo un visualizador de BI sino una plataforma de gestión de la estrategia.
 
3 – En el pasado gran parte del esfuerzo de los proyectos de Business Intelligence se concentraban en descubrir los KPIs en cada empresa y eso muchas veces demoraba todas las decisiones. WIKIDASHBOARD ofrece aquellos indicadores que las mejores prácticas dicen que no deberían faltar en ninguna organización. Se implementa con rapidez mientras cada organización incorpora o suprime aquellas particularidades propias.
 
WIKIDASHBOARD fue diseñado para que aquellas personas que tienen la responsabilidad de tomar decisiones tengan una herramienta en el presente para poder gestionar el futuro.